El masaje para bebés: Una experiencia con todos los sentidos

El masaje para bebés engloba una serie de técnicas de tacto, voz y mirada que en su conjunto ofrecen la oportunidad de crear un espacio de dedicación exclusiva y plena con tu hijo/a: a escucharlo, a respetarlo y hablarle con la mirada, con las caricias, con la sonrisa con la voz…

Un ambiente relajado, música suave de fondo, un buen aceite natural y aprender los movimientos básicos es lo que necesitas para ponerte “manos a la obra” y comenzar a relacionarte con tu hijo a través del lenguaje de la piel.

Existen varios métodos para dar masaje infantil los más difundidos son el método Shantala creado por el doctor F. Leboyer  y las técnicas aplicadas por la asociación española de masaje infantil (A.E.M.I) desarrollada por Vimala Shneider. Este último consiste es una combinación de técnicas como la reflexología, el masaje hindú, el masaje sueco y el yoga.

Para aprender la técnica, actualmente se realizan cursos dirigidos para p/madres con sus bebés de forma grupal ó individual. Durante el desarrollo del curso son los propios p/madres quienes con la ayuda de la educadora van trabajando los movimientos del masaje con el bebé. En cada sesión (normalmente consta de 5 sesiones) se trabaja con una zona distinta del cuerpo, explicando los movimientos y sus beneficios.

Cuando el masaje se convierte en parte de la rutina diaria, el bebé sabe que por ejemplo después del baño y antes de acostarse su p/madre ó cuidadora se frotará las manos con el aceite, dispondrá el ambiente (música, temperatura..) le preguntará “¿Quieres un masaje?” y el bebé le hará saber a través de sus gestos que está preparado para recibir esta agradable experiencia.

La hora del masaje se convierte en uno de los momentos preferidos de los bebés. La mayoría de los bebés disfrutan del contacto físico y de la cercanía con la madre/padre. Además del tacto, el masaje incluye otras experiencias sensoriales como la vista, el oído, el olfato. Es un momento de desconexión del estrés de la vida diaria y la conexión con el pequeño y su mundo y durante esos minutos el bebé se sentirá relajado y tranquilo.

Además de su efecto calmante, el masaje tiene múltiples implicaciones positivas tanto en el niño como en los p/madres, como por ejemplo:

  • Te ayuda a crear y reforzar vínculos afectivos con tu hijo.
  • Ayuda a tu bebé a aliviar el malestar producido por los cólicos y los gases.
  • Refuerza su sistema inmunológico.
  • Ayuda a madurar su sistema nervioso.
  • Reforzarás tu autoconfianza y atenderás más a tu instinto maternal y a tu intuición.
  • Podrás escuchar y comprender mejor el llanto de tu bebé.
  • Facilita el sueño de tu hijo.
  • Equilibra los periodos de estimulación – relajación.
  • Ayuda a tu bebé a liberar tensiones y a tranquilizarse.

Escrito por Katy Gutiérrez Herrera, Psicóloga y Educadora de Masajes para bebés.