Los vómitos, la regurgitación y el reflujo gastro-esofágico en el bebé

Hay varias causas por las que el bebé podría expulsar la leche en forma de vómito: el reflujo gastroesofágico, la regurgitación, o los vómitos fuertes donde se expulsa mucha leche a chorros.

Los motivos por los que el bebé vomita pueden ser varios: anomalías en el aparato digestivo, rechazo de un alimento, gastroenteritis u otro tipo de infección. 

Si tu bebé vomita demasiadas veces expulsando mucha cantidad de forma violenta, podría deshidratarse, por lo que es necesario acudir al médico.

La regurgitación

Regurgitar es cuando el alimento es expulsado desde el estómago en pocas cantidades, pudiendo incluso no salir fuera de la boca. La regurgitación es muy común en bebés y ocurre cuando el bebé eructa o cuando ha comido demasiado. 

La regurgitación puede durar hasta que el bebé cumple 6 meses, cuando su aparato digestivo está mas maduro, el bebé ya pasa mas tiempo sentado, y comienza la dieta con alimentos sólidos.

Para evitar que tu bebé regurgite, siempre expulsa sus gases después de cada comida, colócale en posición de sentado después de comer por media hora, e intenta no moverle de forma brusca cuando acabas de alimentarle. 

El reflujo infantil

El reflujo en los bebés, a diferencia de la regurgitación, ocurre de forma más continua e intensa. Según estudios realizados, aproximadamente un 20% de bebés con regurgitaciones padecen reflujo gastroesofágico.

El reflujo en el bebé puede deberse a que su aparato digestivo no está lo suficientemente maduro, hay un aumento en la cantidad de jugos gástricos, o la válvula situada en el interior del esófago no funciona correctamente.

Los bebés que sufren reflujo gastroesofágico no solo lo demuestran con el vómito o la regurgitación, sino que hay otros síntomas como la subida del jugo gástrico al esófago (lo cual produce una sensación muy molesta al bebé), rechazo del alimento (lo asocian al ardor de estómago), mal aliento, exceso de saliva (para neutralizar la acidez), dificultad para dormir, llanto e irritabilidad. 

El bebé que sufre reflujo deberá de dormir en una posición semisentada y boca arriba. También es importante que después de comer se mantenga erguido por una media hora. 

El vómito

Los vómitos son muy diferentes a la regurgitación. Mediante el vómito, el alimento es expulsado desde el estómago de forma más violenta y en gran cantidad.

Un bebé que vomita mucho y además tiene diarrea, podría deshidratarse fácilmente. Si tu hijo vomita varias veces en un día, deberás de consultar al médico inmediatamente.