El sueño del niño de 0-2 años: Descubre cómo es de acuerdo a cada etapa

Muchos p/madres manifiestan preocupación con respecto al tema del sueño en sus bebés ó niños pequeños. Después de jornadas muy duras e intensas durante el día, los p/madres están deseando que sus hijos duerman pronto y de un tirón, de acuerdo a los horarios que ellos creen convenientes. Muchos niños lo consiguen y pueden adaptarse al sueño de los p/madres, no obstante, hay otros (muchos otros) que pueden tardar más, no duermen de un tirón toda la noche, se resisten a ir a la cama, pueden tener pesadillas….etc. ¿Se trata de algún trastorno disfuncional del sueño? ¿Los padres deben preocuparse? ¿Un recién nacido puede dormir toda la noche?

Al respecto de esto, el sueño está en relación directa con el desarrollo madurativo y mental del niño. Conocer las diferentes etapas del sueño del niño, desde los 0 hasta los 2 años, nos ayudará a comprender sus necesidades, a saber qué podemos esperar de ellos en cada una de ellas y a aprender a discriminar si se trata de un problema ó simplemente es una etapa evolutiva que una vez superada podrá dormir sin problemas.

El bebé de 0-3 meses

En esta etapa de la vida, el bebé requiere ser alimentado frecuentemente para evitar hipoglucemias, necesita tener muy cerca a sus cuidadores, necesita seguir desarrollando su mente y practicar constantemente la succión. Por ello, el sueño en esta etapa se caracteriza por tener despertares frecuentes, no hace distinción de día/noche, es superficial y gran porcentaje del sueño pertenece al sueño activo, donde hay poco movimiento corporal, pero gran actividad cerebral. En este periodo, permanecen despiertos entre un 20-40% del día. Durante los pocos momentos de vigilia, van recibiendo y reconociendo estímulos, pero luego se cansan y se duermen para seguir asimilando la información y descansar y luego al despertar seguir reconociendo su mundo.

El bebé de 4-7 meses

En esta etapa, el niño ya tiene menor riesgo de padecer hipoglucemias; su lactancia ya está establecida, por lo tanto, ya puede diferenciar los días de las noches sin peligro. Se reduce su necesidad de sueño (entre 10 y 15 horas). Todo ello, facilita la formación del reloj biológico y de la introducción de otro tipo de alimentación.

En esta etapa el sueño puede ser inestable, ya que está aprendiendo a poner en marcha su reloj biológico (ritmo circadiano) y para ello, necesita unos referentes internos y externos que cada niño irá asimilando a su ritmo. Además, es un periodo de transición en que los despertares son muy frecuentes, ya que se van introduciendo todas las fases del sueño que caracteriza al sueño del adulto y que no terminarán de consolidarse hasta que el niño tenga 6 años.

El bebé de 8 meses-2 años

En esta etapa, ya está puesto en marcha el ritmo circadiano y el sueño ya consta de las cinco fases de sueño que caracteriza el sueño del adulto. A partir de los 7 meses los bebés suelen hacer un par de siestas durante el día y duermen más horas durante la noche.Los despertares nocturnos, se irán reduciendo poco a poco. A pesar de estos grandes avances a nivel fisiológico, el bebé comienza una etapa en la vida que se caracteriza por grandes cambios, todos conducentes hacia su autonomía  como el superar la angustia a la separación, relacionarse con su entorno, la irrupción dentaria y mas adelante, el control de esfínteres. El bebé se debate entre “el quiero” y “me da miedo” y esto se refleja en el sueño. Por lo tanto el sueño puede ser temido e inquieto. La angustia de separación se refleja en el sueño y quiere retrasar al máximo el momento en que se separa de sus padres. El periodo de los 6 meses a los 4 años es sobre todo la edad de los despertares múltiples de la segunda parte de la noche.

¿Si quieres saber más? “Dormir sin lágrimas” Rosa Jové. Ed. Esfera.

Escrito por Katy Gutiérrez Herrera para EntreChiquitines.com