Hijos únicos: ¿ventajas o desventajas?

La idea que se tiene sobre los hijos únicos está muy estigmatizada. Suele decirse que los hijos únicos son introvertidos, consentidos, caprichosos, rebeldes, manipuladores, sobreprotegidos, entre otras cosas.

Aunque no todas las afirmaciones anteriores son ciertas, es claro que el hijo único, sino está en un ambiente social en el que durante su infancia se relaciona con otros niños, puede tornarse diferente al resto, retraído o frustrado, sin necesidad de que lo manifieste con palabras, sino con el comportamiento, ya sea de manera inmediata o con el transcurrir del tiempo.

No obstante, existen muchas razones por las cuales se decide tener un solo hijo y por las cuales el niño es feliz de serlo.

Ventajas:

  1. Dentro de las ventajas que tiene el tener o ser un hijo único está el factor económico, ya que más de un hijo representa unos gastos que pueden llegar a ser incalculables si se intenta darle a los hijos una excelente alimentación, vestimenta, educación y recreación.
  2. El hijo único es el centro de atención de los padres, lo cual permite que éste crezca en un ambiente de afecto que le brindará siempre seguridad, bienestar y confianza, al mismo modo que forma un ser humano con un nivel de autoestima elevado.
  3. Por otra parte, como estos individuos tienden a permanecer solos mucho tiempo, desarrollan habilidades intelectuales y motrices que otros niños no. Además, por lo general son inducidos por sus padres a pertenecer a grupos de música o practicar algún deporte, para mantenerlo en contacto con otros niños, y por lo general tienden a sobresalir en todo lo que hacen, pues buscan mucho la perfección.
  4. Otra ventaja que tiene el hijo único es la tendencia a ser más organizado y metódico, se apasiona muy fácil de lo que le agrada y lucha por algo hasta que lo consigue, lo que lo hace ser muy exitoso.

Desventajas:

Más que desventajas podríamos hablar de aspectos a tener en cuenta cuando se es o se tiene un hijo único. Dentro de éstos encontramos, como lo decíamos al comienzo, el hecho de que éstos pueden llegar a ser egoístas, pues no están acostumbrados a compartir con nadie sus cosas y cuando se ven enfrentados a ello, les cuesta mas.

La frustración es muy común en ellos y se presenta cuando quieren charlar con alguien, jugar, o simplemente discutir y no hay nadie, pues no es lo mismo la compañía del adulto que de alguien de su misma o similar edad. Además, el ver como los otros niños comparten con sus hermanitos y ellos no tiene sino sus juguetes, la tele o el internet como acompañante, puede ser muy frustrante para ellos. La frustación en los hijos únicos también puede producirse cuando se enfrentan a un mundo en el que no son el centro de atención ni todo es para ellos, por lo que en muchos momentos pueden sentir rabia.

Como conclusión, podemos decir que la personalidad de un hijo único no dependerá solamente de tener o no hermanos, sino de la educación, afecto y disciplina que le dan los padres a lo largo de su infancia.