Qué son los Recargos por Transacciones Prohibidas con Tarjeta

¿Has intentado usar tu tarjeta de crédito y de pronto el encargado de la tienda, te cobra un monto adicional en el precio de venta?; es un recargo prohibido. Es  ilegal y está penado por la ley. Pero ¿Qué son los recargos por transacciones prohibidas?, te invitamos a continuar leyendo.

En las economías del primer mundo, hay una marcada tendencia a favorecer  los medios de pagos electrónicos, en lugar del efectivo; en Latinoamérica por el contrario, se le imponen todo tipo restricciones, al uso de tarjetas al momento de pagar; por parte de los comerciantes y dueños de negocios.

Tarjetas como medio de pago 

El uso de tarjetas, como medio de pago, es una práctica que llevamos a cabo, muchas veces  sin estar consciente de ello. Tiene la ventaja de que no necesitas llevar dinero en efectivo, para la adquisición de bienes y servicios; es muy práctico y seguro.

Existen varios tipos de tarjetas, que puedes usar para ese fin (crédito, débito y de cargo), cada una tiene características particulares, con sus ventajas y desventajas; como tasa de interés, cargos financieros y penalizaciones por uso indebido. 

Recargos por transacciones prohibidas 

Los bancos con cierta regularidad debitan en las cuentas de los usuarios de tarjetas, alguna cantidad de dinero, argumentando que es para mantener el sistema funcionando; estos cargos son considerados  permitidos o legales, porque se amparan en alguna disposición legal, propia de cada país.

Pero existen otros “cargos”, que sufren los usuarios de tarjeta, que no están amparadas por ninguna ley; por el contrario son penadas en la mayoría de los países, pero que son prácticas regulares, por parte de muchos comerciantes e intermediarios. 

Cargos permitidos

Los cargos  permitidos o legales, más comunes son los siguientes: 

Cargos anuales

Es el monto que la entidad emisora de la tarjeta le cobra a los usuarios por pertenecer al sistema. El cobro puede ser único o aplicado en varias cuotas.

Cargos por Transacción

Representan aquellas erogaciones, que te son aplicadas por el uso de la tarjeta en cuestión, como por ejemplo: exceder  tu límite de crédito; efectuar avance de efectivo y no realizar los pagos a tiempo.

Consumos no autorizados 

Son cargos que te pueden ser aplicados cuando alguien usa tu tarjeta sin tu permiso. Eso no te exime de culpa, a menos que, se haya reportado la pérdida de la tarjeta oportunamente, antes de haber sido efectuado el consumo.

Recargos Prohibidos

Los recargos por transacciones prohibidas, son prácticas ilegales y socialmente reprochables; que aplican algunos comerciantes inescrupulosos, que lesionan tu patrimonio, cuando deseas adquirir un bien o servicio y decides usar  tu tarjeta de crédito o débito, como medio de pago.

Son estratagemas aplicadas por los dueños de negocios, para obstaculizar el uso generalizado de tarjetas, en lugar del dinero efectivo. Los recargos más  comunes son:  

Recargos en Precios de Ventas

En algunos sitios comerciales, le es agregado un porcentaje adicional; de hasta un 5%, al precio de ventas de los productos, cuando estos son pagados  con tarjetas de crédito; violentando el derecho de algunas personas, a una inclusión financiera.

En muchos países, estas prácticas son perseguidas y penalizadas; en otros, por el contrario, son permitidas, mediante previo aviso al comprador, por parte del vendedor, antes de realizar el cargo.

Consumo Mínimo

Exigir un consumo mínimo, como condición para habilitar el pago con tarjetas, bien de crédito o débito, es otra arbitrariedad; que obliga al cliente a gastar más de lo planificado, adquiriendo cosas que de repente no necesitas en el momento.

Otra variante de este problema, es condicionar la venta; es decir, exigir que el usuario se lleve el producto que desea, más uno adicional, que el comerciante le interese vender; bien por su alto costo o bien por su bajo nivel de rotación de inventario, si el consumidor desea pagar con tarjeta.

Cobros usureros por avance de efectivo

En algunos países, los comercios acceden a proporcionar efectivo a los clientes, a cambio de un porcentaje; cargando los montos a sus respectivas tarjetas de débito. Eso está muy bien, pero la aberración se produce, cuando la tasa exigida, es muy superior a la que cobran las entidades bancarias y financieras. 

Por ejemplo, en algunos países, con marcada crisis económica, es común que esa tasa se ubique, entre un 20% y 30% del monto suministrado; lo cual representa un descarado robo.

Para concluir, es nuestro deseo  que haya quedado aclarado qué son los recargos por transacciones prohibidas; y resaltar la idea que se trata de  prácticas poco sanas que terminan afectando a muchas personas; e impiden el uso de medios de pago alternativos al dinero en efectivo.